Entre tantas injusticias quiero homenajearte maestro, no puedo comprender como puedan olvidar tu presencia, tu acompañamiento constante, tu consejo, tu ejemplo, sé que por estos tiempos existen algunos que no honran tu tarea, pero también sé que hay muchos que día a día dan lo mejor de sí para llevar adelante esta tarea tan especial: enseñar las ciencias, la solidaridad, la justicia, el amor a la patria y al medio ambiente , entre otras cosas.
Quizá lo más loable no esté escrito en los contenidos mínimos curriculares enviados desde algún Ministerio, nace desde la firme vocación de enseñar: acompañando a sus educandos a creer en el bien, en la esperanza, a pesar de que lo que los rodee no sea lo ideal, con mirada responsable actúa para que puedan ser hombres y mujeres honestos, semilleros de nuevas generaciones.
Hoy la sociedad se debate entre miles de interrogantes, presa de conclusiones apresuradas, de declaraciones que tienen como fin nubilar la realidad. Y es entonces, en los confines del país donde se pregunta al humilde maestro. Aquel que sabe de sacrificios, de sueldos magros y aún así es honesto con su conciencia. El desmerecimiento de su tarea de todos los días no llega a su corazón, es fiel a su compromiso.
Por eso, en ese trajinar de todos los días, donde surgen personajes que quedan en la memoria del escritor, quiero hacerles llegar algunos de ellos de profesión: Maestro.
CARLOS FUENTEALBA, UN MAESTRO ASESINADO
..........
Cada minuto que pasa te conozco más,
se agiganta la figura de un docente con cordura.
Que acompañó a sus alumnos,
desde su ciencia a la bravura.
De sentir como propias las carencias
enseñando que reclamar urgencias,
es el derecho que le cabe al ciudadano:
Siempre en paz con sus hermanos.
Quien puede hoy olvidarte
y no reclamar tu muerte injusta,
si solo tus palabras y una tiza
se acercaron como brisa
junto a un viento de justicia.
¡Dios! Quien malinterpretó los tiempos
de represión asesina,
aquella, que por lejana,
la creíamos olvidada.
..............
frag. de MEM- Antología "Continuidad de las Voces" pag 237
SARMIENTO Y SU LUCHA
Siempre tuvo en su retina
infancias empobrecidas,
no solo por alimentos
sino por saberes a destiempo.
San Juan estaba tan lejos
de la ilustrada Buenos Aires,
Era una más de las heridas
entre aridez y desaires.
En aquel ranchito pobre
solo, y con un corazón grande.
Tuvo aquel sueño titánico,
Que involucraba a cientos.
Desde allí podría ver un país,
rompiendo un injusto tiempo,
que lo aislaba del mundo
por carecer de cimientos.
Se puede acortar distancias,
pensaba muy adentro:
rompiendo crueles cadenas,
para vencer ignorancias.
............
Todo podría ser ganado
teniendo siempre presente.
Que un pueblo bien ilustrado,
gana espacios doblemente.
.............
Frag- MEM "Poesías Historicas y otras más"
Cuantas poesías más recuerdan a los maestros y su hacer, algunos tienen nombre como Sarmiento o Fuentealba, otros son los que anónimamente pasan muy cerca de nosotros, recorren el aula, todos los días, tratando de mejorar esta Argentina de hoy.
Quizá lo más loable no esté escrito en los contenidos mínimos curriculares enviados desde algún Ministerio, nace desde la firme vocación de enseñar: acompañando a sus educandos a creer en el bien, en la esperanza, a pesar de que lo que los rodee no sea lo ideal, con mirada responsable actúa para que puedan ser hombres y mujeres honestos, semilleros de nuevas generaciones.
Hoy la sociedad se debate entre miles de interrogantes, presa de conclusiones apresuradas, de declaraciones que tienen como fin nubilar la realidad. Y es entonces, en los confines del país donde se pregunta al humilde maestro. Aquel que sabe de sacrificios, de sueldos magros y aún así es honesto con su conciencia. El desmerecimiento de su tarea de todos los días no llega a su corazón, es fiel a su compromiso.
Por eso, en ese trajinar de todos los días, donde surgen personajes que quedan en la memoria del escritor, quiero hacerles llegar algunos de ellos de profesión: Maestro.
CARLOS FUENTEALBA, UN MAESTRO ASESINADO
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Cada minuto que pasa te conozco más,
se agiganta la figura de un docente con cordura.
Que acompañó a sus alumnos,
desde su ciencia a la bravura.
De sentir como propias las carencias
enseñando que reclamar urgencias,
es el derecho que le cabe al ciudadano:
Siempre en paz con sus hermanos.
Quien puede hoy olvidarte
y no reclamar tu muerte injusta,
si solo tus palabras y una tiza
se acercaron como brisa
junto a un viento de justicia.
¡Dios! Quien malinterpretó los tiempos
de represión asesina,
aquella, que por lejana,
la creíamos olvidada.
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frag. de MEM- Antología "Continuidad de las Voces" pag 237
SARMIENTO Y SU LUCHA
Siempre tuvo en su retina
infancias empobrecidas,
no solo por alimentos
sino por saberes a destiempo.
San Juan estaba tan lejos
de la ilustrada Buenos Aires,
Era una más de las heridas
entre aridez y desaires.
En aquel ranchito pobre
solo, y con un corazón grande.
Tuvo aquel sueño titánico,
Que involucraba a cientos.
Desde allí podría ver un país,
rompiendo un injusto tiempo,
que lo aislaba del mundo
por carecer de cimientos.
Se puede acortar distancias,
pensaba muy adentro:
rompiendo crueles cadenas,
para vencer ignorancias.
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Todo podría ser ganado
teniendo siempre presente.
Que un pueblo bien ilustrado,
gana espacios doblemente.
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Frag- MEM "Poesías Historicas y otras más"
Cuantas poesías más recuerdan a los maestros y su hacer, algunos tienen nombre como Sarmiento o Fuentealba, otros son los que anónimamente pasan muy cerca de nosotros, recorren el aula, todos los días, tratando de mejorar esta Argentina de hoy.
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