Recordar las máximas a su hija Mercedes es tomar en cuenta la mayoría de ellas como normas de conducta a seguir por nuestros jóvenes. Quizá ellos las consideren fuera de época. Creo sinceramente que si se cumplieran muchas de ellas, otra sería nuestra sociedad. No andarían por las calles sin saber cual es el camino a la verdad, no tendrían dudas de la importancia de la sabiduría con el paso de los tiempos, no saltarían las verjas para tomar lo que no es de ellos, no caerían en la imprudencia de hablar fuera de tiempo y lugar, no andarían a los gritos creyendo que es gracioso, no tomarían la libertad por libertinaje.
Quizá no es culpa de ellos, pues aunque estas máximas fueron dadas en el sigloXIX, ¿Cuánto padres las han leído? Pocos leen....¿Cuántos hablan con sus hijos?...Muchos ven TV en vez de comunicarse .... ¿No sería bueno recordarlas? Aquí van ...
-Humanizar el carácter y hacerlo sensible...
-Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
-Inspirarle una gran confianza y amistad, pero unida al respeto.
-Estimular a Mercedes la caridad con los pobres.
-Respeto sobre la propiedad privada.
-Acostumbrarla a guardar un secreto.
-Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones,
-Dulzura con los criados, pobres y viejos.
-Que hable poco y lo preciso.
-Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
-Amor al aseo y desprecio al lujo.
-Inspirarle amor por la Patria y por la libertad.
Es justo que recuerde que por mis aulas hubo jóvenes extraordinarios, detrás de cada uno seguramente hubo excelentes padres. Eso me deja una gran tranquilidad. Y.... ¿ a Uds?
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