La incorporación es una decisión única y en muchos casos heredada, porque hay familias de bomberos que, orgullosamente llevan esa tarea de padres a hijos.
La simpleza, la sencillez, el respeto y la amistad los une a todos y el cuerpo generalmente es una gran familia, todos se conocen, por eso actúan sincronizados en la vida y en su accionar, nada pueda generar dificultades a esta última, saben que los errores pueden ser mortales no solo para los que van a ayudar, también para ellos.
Ayer no fue un día más 9 bomberos murieron en un terrible incendio en el barrio de Barracas de nuestra Capital Federal, una gran pared que no debía caer de ese modo destruyo valiosas vidas, desde ayer más de uno hemos llorado, porque nada puede recuperar la pérdida, vidas únicas de las que hay pocas, angustia lacerante que recorre nuestros más grandes sentimientos, ellos son nuestros hermanos en la desgracia, nuestros padres en la alegría y nuestros defensores del día a día.
Sus rostros han quedado en la retina de muchos y sus logros no podrán olvidarse porque entre ellos estaba Anahí, primera mujer bombera en Argentina, otro el jefe de bomberos de la policía federal, uno voluntario sin un sueldo y de profesión mecánico , otro lo fue y hacia las dos tareas en su lugar de origen y en la Federal, otro de ellos hacia dos meses que se había incorporado, otro con tareas anexas solidarias , un policía y dos de defensa civil, todos ellos abocados a cuidar a tantos, imposible será dar vuelta la página como otras veces, imposible no pensar que en esta Argentina que necesita imperiosamente de valores ayer perdió un grupo de maestros.
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