Observando las situaciones que día a día se presentan en Argentina, la realidad política, la justicia y el aspecto social, uno se pregunta en que juego se ha entrado, cuanto de realidad y de manejo hay para desembocar en una situación que traería como consecuencia una desestabilización del gobierno, impensada por muchos de quienes son actores de esta maniobra, sin saberlo.
Estamos incorporados a un estado de cosas, que de alguna manera, mirándolo desde una distancia, podemos decir que todas se juntan, por un lado un gobierno que lucha por producir un cambio profundo con pocas fuerzas que lo acompañen: un Congreso con una oposición mayor, un sindicalismo que de a poco se hace más fuerte y en las sombras un partido desgastado por la corrupción y juicios que están llegando al límite de llevar a sus líderes a la cárcel y que moviliza a una parte de la sociedad que se encuentran debajo de una línea de pobreza mayor al pasar el tiempo. El dinero mal habido siempre sirvió para comprar voluntades, para convencer y producir desestabilizaciones en el pasado y hoy la situación es ideal para conseguir esos propósitos. Todos harán lo suyo para que un plan pensado por un grupo de personas se cumpla. Un grupo que se encuentra presionado por los resultados que van teniendo las causas por corrupción en la Justicia, lenta pero con un destino claro: llegar a condenar a los responsables de haberse enriquecido con los dineros del Estado.
Y entonces recordé los cuentos que muchos de nosotros nos fueron leídos, narrados o observados en el cine: la bruja de cenicienta que se vale de la riqueza de su esposo muerto, usa a la hija y la lleva a la peor de las miserias y luego maneja a sus propias hijas y a su hijastra para seguir consiguiendo el bienestar y la riqueza que con sus artilugios y maldad maneja a todos convenciendo a cada uno de que es lo que corresponde, que es lo el destino les deparo, todos hacen sin saberlo lo que esta persona ha maquinado con un plan estudiado y ejecutado para conseguir sus propósitos: vivir con lujo y sin presiones de ninguna clase. Si Uds observan, salvando las distancias, es un calco de lo descrito, La única diferencia para completar el cuento es que en él Cenicienta con su inteligencia, ayudada por un destino mágico y un enamorado, logra salir del cerco cruel de su madrastra y sus hijas.
Todos los cuentos tienen un final feliz, pero nos enseñan que para que eso ocurra debe haber de parte de los débiles el manejo de su inteligencia, la fuerza que da la verdad y la justicia.
Este Gobierno que tiene los mejores deseos pero un gran desafío que no lo cumplirá si la sociedad no lo ayuda, ¿tendrá la suficiente inteligencia para superar los dificiles escollos que se le presentan?.
Esta parte de la sociedad que se incorpora al plan y está en la calle, ¿tendrá la posibilidad de ver más allá de lo que el relato le llega y considere que el manejo de un grupo los lleva al peor de los destinos?
Y por último, la Justicia ¿logrará su cometido?, porque ella también es jaqueada por acciones desde las sombras.
Los hombres y las mujeres, como en el cuento, deberán pensar muy bien y actuar, las sombras siempre fueron fuertes pero la luz siempre ganó, lamentablemente en nuestro país hubo muchas veces sombras que oscurecieron al sol....PARA PENSAR!!.
GRACIAS!!!...mi saludo desde este humilde lugar!!!
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