Hay frases que vienen a mi memoria y justifican procederes: "responder por el futuro, por los efectos de nuestras acciones a largo plazo en las generaciones por venir" o "responder por actos de los cuales se es causa o por omisión"(Hans Jonas) las dos no se podrían accionar si no tenemos la suficiente independencia en todos los campos y es conveniente que la tengamos presente.
El modelo ético debe estar presente para poder ver el futuro, ese modelo debe estar por encima de todo modelo económico, político y social no se puede imponer algo que en algunas de sus aristas no muestre claridad, no se puede dejar que prácticas irresponsables y corruptas ensombrezcan loables acciones en un país castigado por situaciones deshonestas. Por eso la independencia de poderes en un país que pretende ser democrático es tan indispensable. El Poder judicial debe ser independiente para penar con las leyes que salen del Legislativo y el Poder Ejecutivo debe gobernar respetando las mismas para el presente y para las futuras generaciones por venir, por eso no puede permitirse no ser claro en las acciones, no puede por ningún concepto cubrir con un manto de piedad algo que no escapa al deber de mandatario. La omisión tiene siempre graves consecuencias, tarde o temprano las sufriremos todos.
El respeto a la independencia nos permite pensar, observar, criticar, elaborar, acompañar y desarrollar un modelo de país que aún lo andamos buscando, nos cuesta tanto porque muchos nos conformamos con vivir y pelear por nuestra "individualidad"... si estamos bien nosotros porque preocuparnos por los otros... si alguien dijo que es bueno para que investigarlo, es un trabajo más... Si alguien pide ayuda ya saldrá otro que lo haga, yo no soy responsable de su desdicha... si veo mucha gente es bueno, no importa como surgió la multitud... Y así se instala el mundo del revés, lo bueno es cuestionado e investigado y lo malo aceptado y en algunos casos hasta ovacionado. Siempre hay algunos que aprovechan este estado de cosas para actuar impunemente.
Sin duda hay algo pendiente por estos días: el respeto a la historia y la claridad de un modelo ético, no solo de los que tienen la responsabilidad de hacerlo, sino de cada uno de los habitantes de nuestro país, es conveniente internalizarlo y actuar en consecuencia.
La historia nos dice que un 9 de julio de 1816 un grupo de valientes firmaron un acta de independencia, con varios frentes que amenazaban destruir un deseo hecho realidad y con una extensión de país que no tenía ni por asomo la cantidad de habitantes que tiene hoy, las distancias no fueron un impedimento a la hora de juntar voluntades y varios fueron uno, no hubo individualidades que accionaran para sus propios intereses, todos ellos pensaron en un solo futuro: el del país de futuras generaciones.
Bastaría tenerlo en cuenta a la hora de votar en las próximas elecciones. No solo es un derecho también es un deber.
El modelo ético debe estar presente para poder ver el futuro, ese modelo debe estar por encima de todo modelo económico, político y social no se puede imponer algo que en algunas de sus aristas no muestre claridad, no se puede dejar que prácticas irresponsables y corruptas ensombrezcan loables acciones en un país castigado por situaciones deshonestas. Por eso la independencia de poderes en un país que pretende ser democrático es tan indispensable. El Poder judicial debe ser independiente para penar con las leyes que salen del Legislativo y el Poder Ejecutivo debe gobernar respetando las mismas para el presente y para las futuras generaciones por venir, por eso no puede permitirse no ser claro en las acciones, no puede por ningún concepto cubrir con un manto de piedad algo que no escapa al deber de mandatario. La omisión tiene siempre graves consecuencias, tarde o temprano las sufriremos todos.
El respeto a la independencia nos permite pensar, observar, criticar, elaborar, acompañar y desarrollar un modelo de país que aún lo andamos buscando, nos cuesta tanto porque muchos nos conformamos con vivir y pelear por nuestra "individualidad"... si estamos bien nosotros porque preocuparnos por los otros... si alguien dijo que es bueno para que investigarlo, es un trabajo más... Si alguien pide ayuda ya saldrá otro que lo haga, yo no soy responsable de su desdicha... si veo mucha gente es bueno, no importa como surgió la multitud... Y así se instala el mundo del revés, lo bueno es cuestionado e investigado y lo malo aceptado y en algunos casos hasta ovacionado. Siempre hay algunos que aprovechan este estado de cosas para actuar impunemente.
Sin duda hay algo pendiente por estos días: el respeto a la historia y la claridad de un modelo ético, no solo de los que tienen la responsabilidad de hacerlo, sino de cada uno de los habitantes de nuestro país, es conveniente internalizarlo y actuar en consecuencia.
La historia nos dice que un 9 de julio de 1816 un grupo de valientes firmaron un acta de independencia, con varios frentes que amenazaban destruir un deseo hecho realidad y con una extensión de país que no tenía ni por asomo la cantidad de habitantes que tiene hoy, las distancias no fueron un impedimento a la hora de juntar voluntades y varios fueron uno, no hubo individualidades que accionaran para sus propios intereses, todos ellos pensaron en un solo futuro: el del país de futuras generaciones.
Bastaría tenerlo en cuenta a la hora de votar en las próximas elecciones. No solo es un derecho también es un deber.
muyy buenooo!!!
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