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miércoles, 11 de noviembre de 2015

CUANDO LA SOCIEDAD PIDE UN CAMBIO, MAS ALLÁ DEL MIEDO, LA AGRESIVIDAD Y LA MENTIRA

Los tiempos históricos son increíblemente implacables, no dejan nada sin el correspondiente análisis y,  sus resultados y sus consecuencias no dejarán de perseguir a los involucrados,   los premios y castigos llegan, nadie escapa al torbellino que produce el deseo de un cambio  y el deseo de justicia. Al final!...la sociedad elige en que país desea  vivir,  
La pérdida paulatina de los valores da como resultado la perdida del orden, de la confianza, de la solidaridad , por otro lado, las costumbres se van lesionando,  se hace natural aceptar la suma de "pequeñas" mentiras en una sociedad cuyos integrantes empiezan a aceptar la idea de que la satisfacción individual es más interesante y que en  su accionar no interviene la culpa. En los primeros tiempos  avanza y va captando adherentes y para que esto tenga éxito debe ser  acompañado con una elaborada simplificación del valor  de todo aquello que signifique trabajo, elaboración y justicia. 
La valoración del esfuerzo y la preparación intelectual se deja de lado, las elecciones a puestos en el Estado  se degradan y llegan a ocupar los mismos aquellos "acomodados"    por  simonía,  nepotismo, contactos o por la simple militancia a un partido político y lo que más  afecta al ciudadano medio : grandes sueldos y altisonantes cargos en el Estado,  creados  especialmente para los "elegidos" y eso se fue  "naturalizando", la corrupción venía de lejos y tarde o temprano la desigualdad tendría  sus grietas. 
La sociedad ya no indicaba una unidad, una mentira más otra acumulaba dudas, rabias y malestares. Diferencias entre el que prefería mantener fanáticamente un "modelo" y aquellos  que deseaban nuevos tiempos, vientos de cambio, sin violencia, sin agresiones, sin corrupción y sin mentiras.
No se si todos la  ven así a esta Sociedad  Argentina , muchos sentimos que no da para más, solo basta observar cómo se van alejando de sus puestos los que creyeron que se eternizarían en sus puestos Políticos,  en desmedro de los humildes, cautivos de políticas deshumanizadas.