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martes, 25 de diciembre de 2012

LA BÚSQUEDA DE UN EQUILIBRIO EN ARMONIA

Argentina se debate desde hace un tiempo largo entre dos corrientes, la búsqueda de la verdad de algunos que no creen todo lo que se dice y levantan banderas para hacer conocer su disconformidad y por el otro lado la necesidad de encontrar razones fehacientes  que indiquen que todo va bien  y puedan demostrar lo equivocados que están los primeros.
 Esto  ha provocado duros  enfrentamientos políticos  y   sociales  entre una y otra corriente, hasta aquí todo podría considerarse como  algo propio y hasta posible  en un país que se considera democrático. Pero, lamentablemente se observa que en esta disputa actúan otros factores, que ponen de manifiesto acciones que tienen como elemento principal el golpe bajo, la desconfianza, la venganza, la discordia y otros sentimientos y valores que hacen de esta situación imposible de resolver. 
Los más afectados son los que miran a la distancia,  los que indirectamente sufren las consecuencias,  los que en ese cruce se ven afectados irremediablemente. 
Las pérdidas que producen los saqueos, los paros, las expropiaciones, los resultados de juicios injustos, la negación a cualquier forma de conciliación, etc, producen  gran desazón e ira en   gran parte de la población. Los responsables no miran para atrás, no hay disculpa, hay negación y con ello el resultado es agrandar  el descontento y la desesperanza.
A todo esto nadie piensa en esa franja de población que se encuentra en la indigencia total, aquellos que perdieron hace mucho tiempo la esperanza de llegar y que desean recuperar en parte  ese sentimiento noble para poder seguir viviendo. Ellos, miran a la distancia y luchan contra dos frentes: el del egoísmo, la negación, la injusticia  y por el otro lado la implacable acción de la naturaleza que por estos tiempos hace estragos en los que menos tienen.
Muy cerca del término del año, donde los balances no lo hacen todos, es el deseo de muchos que los que tienen la responsabilidad de encontrar el equilibrio, de mejorar la vida de los argentinos, tengan la prudencia de analizar las acciones a seguir.
Que el odio, la negación, la venganza y la disputa de quien tiene más poder, cese. Es necesario no producir más sentimientos negativos. No es un juego. Los resultados puede que no sean los deseados y luego no se vuelve, la armonía es el camino.     

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