Muchas veces leo las entradas más populares, me pregunto porque gustaron, que fue lo importante que hizo que algunos volvieran a releerlas, lo que saco en conclusión es que quizá exista una necesidad de descubrir lo que el tiempo y las costumbres borraron y fueron lamentablemente un hito entre lo que se considero honorable, ético y ordenador para una sociedad civilizada de la mentira más deshonesta.
Jurar por algo sagrado es algo simbólico para quienes lo observan, bajo la creencia que por ninguna causa, podría ser transgredido.
La corrupción y el afán de acumular valores materiales les hizo olvidar a muchos los juramentos, en esos actos tan sublimes y honorables, también se perdió una realidad irrefutable: la finitud humana. Ese período de tiempo que pasamos en esta vida, tanto que muchas veces la acortan, la denigran y terminan dejando a los que quedan el peor de los recuerdos.
Ayer mirando una película sobre la guerra y los estragos del nazismo en su retirada, se mostraban los barriles llenos de dientes de oro, olvidados en el rincón de una mina y, con los ojos humedecidos, pensaba que aún hoy, algunos piensan que no sucedió el holocausto, quizá por no querer reconocer que por valores materiales y por la ambición de los hombres se realizaron las más atroces acciones, tan horrorosas y tan reales que cuesta creer que fueron aceptadas y realizadas luego de un juramento tan solemne.
Cuando se llega al acto de juramento, en especial los que deben dirigir los destinos de un país, deberían pensar que no es algo aceptado a la ligera, es un compromiso real y concreto. Algunos no lo toman así y lo hacen con una liviandad propia de quien hace algo que no tendrá consecuencias. O lo que es más grave, con la idea de que luego de él se podrá tener todo el poder, para tergiversar hasta lo más sagrado. Como por ejemplo, como lo hicieron los nazis para controlar el pensamiento nacional, arrestando a quienes tuvieron otras ideas y quemando todo los libros que no estuvieran en la linea preestablecida. Luego, determinado cual sería la raza superior y su consecuencias, fue separarlos en ghetos a quienes no pertenecieran a ella. Además de robarles todo lo de valor (hasta dientes de oro) y por último ser dueños de la vida y la muerte de esos ciudadanos, crearon los campos de exterminio con un plan sistemático y de lesa humanidad.
Hoy debemos aprehender de la historia y no aceptar livianamente actos que puedan acercarnos a estos hechos de lesa humanidad más, si son precedidos por juramentos que no son tomados seriamente y no tienen la intención de "SOSTENER LA PALABRA EMPEÑADA". Más aún, llevados por la necesidad de seguir lineas y mantener un estado de cosas alejadas de una sociedad plural.
Siempre para pensar y reflexionar.......Esa es la intención......
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